Mientras afuera llueve

Mientras afuera llueveLlueve a cántaros, sin atisbo de que vaya a terminar?Adentro también llueve; puedo sentir tu lengua sin ropa, saliva y besos mojados, calientes, suaves caricias. Llevo esos zapatos negros de tacón, que tanto te excitan. Con ellos me siento sobre tu cuerpo, te monto, mirándote directo a los ojos. Estamos desnudos los dos?Te siento entrar despacio, casi con miedo y te regalo toda mi humedad.?Más? más duro?más adentro?? Te susurro al oído, mientras trato de balancearme para sentirte más. Mi cuerpo late entre tus manos.?Cogeme? por favor? Te suplico al oído, casi en silencio.Metal, fuego, viento, tormenta...calma y empezar de nuevo a acabar, a morir, a renacer de las cenizas? Y otra vez besos y caricias; mi lengua y tu lengua en mis pezones sensibles, erizados. Tus labios recorren esos pequeños botones que se endurecen bajo el roce.Siento tu verga crecer en mi vientre. De repente escucho tu orden:?De rodillas?? Y te obedezco, como una buena perra sumisa.Tu mano aferra mis cabellos; pero te pido que no, porque me duele.Veo tu sonrisa y sé que no vas a hacerme caso. Siento que me lo tironeas hasta hacerme gemir en una mezcla de dolor y placer.?Te gusta, perra?? Ahora estás riéndote muy divertido.Sí? pero me duele?? Te contesto casi lloriqueando, mientras trato de alcanzar tu verga erecta con mis manos.?Quiero sentir esa lengua muy suave en mi verga?? Es casi una orden?Pero me doy cuenta de que también suena a amenaza.Saco mi lengua y comienzo a recorrer ese tallo magnífico, cubierto por mis propios jugos vaginales. Sé que eso te vuelve loco; así que lo hago muy despacio, disfrutando cada lamida.Mi mano libre desciende a mi clítoris; me siento caliente, con ganas?Mis jadeos ahora me recuerdan que estoy ansiosa, mientras tu mano de repente detiene el movimiento de mi boca rodeando tu magnífica verga. Me estás mirando desde arriba, mientras mis ojos de esclava se encuentran con los tuyos. Te digo, casi implorando:?Quiero sentarme sobre tu boca??Entonces te siento; siento tu lengua prodigiosa invadiendo el calor de mi concha; agregando todavía un poco más de humedad?Siento que estoy en llamas; pero ya no hay vuelta atrás?Me excita tanto tu lengua recorriéndome; mi clítoris crece en tu boca. Te digo que eso me calienta mucho y te veo sonreír satisfecho con tu ego.Ya no quiero esperar más?Agarro tu verga endurecida y me siento otra vez a horcajadas sobre tus piernas, de espaldas a vos. Deslizo mis caderas hacia atrás y siento tu penetración; dura, pero que se desliza con facilidad dentro de mi concha.Mis tacos te excitan; pero estás con ganas de hacerme desear. Ahora sos el dueño de mi nuca, mi espalda, mis caderas. Tus manos suben a acariciar mis pezones; pero no siento que quieras cogerme en esa posición que no te resulta cómoda.Entonces me pongo de pie, lamentando abandonar a tu socio y camino hacia la cama. Me pongo en cuatro y te miro desafiante por el espejo. Veo tu caminar despreocupado y tus manos aferran mi cintura, mientras la cama rechina bajo tu peso. Cierro los ojos para sentirte entrar despacio; mi concha ardiente te lo agradece. Te recibo con mi calor y mi humedad; mi deseo y calentura.Te siento entrar a fondo esta vez; te pido que sea más profundo, más, más?Ahora quiero sentirte entrar y salir rápido, con todo el ímpetu, para poder escuchar mis propios maullidos de gata en celo. Me excito y te pido más, jadeando y lloriqueando con la voz entrecortada por la lujuria.Te noto también excitado, mientras tus manos controlan la cadencia de tu brutal bombeo; mientras escucho con mis ojos cerrados tus gruñidos.Te aviso que estás buscando el infierno y yo lo voy a desatar??Es tarde, perra? el infierno ya está declarado entre tus piernas??Entonces escondo mi cara en la almohada y abro mi boca para gritar?